PATRIA JUDICIAL

¿En qué punto de la historia retoma Patria Judicial la trama descrita en Patria Olvidada?

La segunda parte de la novela comienza con un Gobierno de concentración nacional presidido por Margarita Robles y con una situación para la izquierda española en absoluto colapso. Con Raúl Iglesias en prisión provisional por colaboración con banda armada y diversos delitos de corrupción, con Sánchez Castellón imputado ante el Tribunal Supremo por el escándalo del “Watergate español” y con Baltasar Rial investigado por en la Audiencia Nacional por encubrimiento y destrucción de documentos públicos durante su mandato al frente del ministerio de defensa para ocultar su participación en el encubrimiento de la trama de tráfico de explosivos que posibilitó el atentado terrorista en el restaurante Quintín de Madrid.

Llega a la Audiencia Nacional una nueva magistrada que anteriormente había ejercido como juez de enlace en Argentina y abandona el país albiceleste huyendo de una tormentosa relación sentimental con un oscuro abogado argentino, Carlos Giaccone. Amaia Valserrano es la nueva titular del juzgado central de instrucción número 4, que había quedado vacante tras el fallecimiento de su anterior titular Alicia Hierro en el atentado terrorista perpetrado por la célula de Jamal Al Zakari. En el central de instrucción número 4 de la Audiencia se investiga la causa frente al exministro Baltasar Rial. Desde el minuto uno de su llegada María Delgado que ha vuelto como fiscal a la Audiencia Nacional tratará de aproximarse a Amaia para obtener información y un trato privilegiado para su pareja. La magistrada Valserrano es la antítesis de su antecesora, una mujer romántica, algo nerviosa, de espíritu alegre y con temperamento que es sumamente celosa de su independencia. Amaia arrastra una herida por su pasado argentino y regresa a Madrid para iniciar una nueva vida.

Cuando el expresidente del gobierno Sánchez Castellón va a declarar ante el Tribunal Supremo, un francotirador, el ex policía nacional Goicoetxea, implicado en la trama policial de tráfico de explosivos y hombre en el pasado cercano al exministro Baltasar Rial, dispara antes de que le tomen declaración y causa la muerte del ex presidente del Gobierno. La investigación del atentado recae en la magistrada Amaia Valserrano y en la inspectora Cristina Belmonte. Dos mujeres tenaces y de carácter que se toparán con un laberinto y continuos obstáculos impuestos por las cloacas del estado para evitar que pueda llegarse al último resquicio de verdad. La muerte de Sánchez Castellón marca el cruel destino de un político sin escrúpulos sediento de poder que hizo de la mentira su principal instrumento de acción política y encontrará en la traición de sus hombres más fieles la cuesta final que le precipitará hacia el abismo.

¿Cómo han cambiado o evolucionado los personajes?

Martín Zaragoza y Juliette Chirac continúan su apasionada historia de amor, siendo padres de una hija. El magistrado con el recuerdo imborrable de la muerte de Alicia Hierro en sus brazos parece destinado a toparse una y otra vez con su pasado y con la herida que más daño le hizo. El magistrado Zaragoza investiga una causa de blanqueo de capitales internacional y tráfico de drogas que conducirá al gobierno argentino en el que Eva Kirchner dirige como un títere a su presidente. El avance de la causa destapará las relaciones económicas de Eva Kirchner con Baltasar Rial (con el que la vicepresidenta argentina mantiene una relación de amantes) y con la financiación de la carrera política de Grande Marlanda. La causa que investiga Zaragoza le llevará a toparse nuevamente con el pasado oculto de Alicia Hierro, y en particular con las relaciones que la ambiciosa y bella magistrada mantuvo con Baltasar Rial, María Delgado y el ejecutivo de Kirchner, llegando a torpedear la investigación dirigida por la fiscal argentina Ángela Nissman, falsificando los documentos que esta le solicitaba y ocultándole la información requerida en una comisión rogatoria emitida por Nissman para investigar a la vicepresidenta argentina Kirchner. Alicia se prestó a toda una suerte de cadena de favores en el pasado esperando obtener el favor de Rial y del Gobierno presidido por Sánchez para alcanzar el puesto de vocal en el Consejo General del Poder Judicial. La novela dejará a la luz la trágica historia de la magistrada Alicia Hierro, una vida marcada por un narcisismo infinito que aprisionó su felicidad y sepultó en un silencio perpetuo los sentimientos que tenía por el magistrado Martín Zaragoza.

La trama evidencia el deseo infinito de poder que Baltasar Rial y María Delgado tienen para recuperar el poder trazando una alianza con el gobierno argentino a través de Eva Kirchner. Un peligroso triángulo amoroso entre tres personajes que resultan miméticos, una ambición desmedida y la ausencia de escrúpulos los llevarán a hacer del crimen de estado y del asesinato político un medio necesario para servir a la única lealtad que conciben, acaparar poder para no bajar de los cielos políticos. María Delgado y Baltasar Rial representan una pareja que gravita entre el amor y la desconfianza, dispuestos llegado el caso a apuñalarse por la espalda con tal de salvar la propia posición. Sirviendo a ambos gobiernos aparecerá Carlos Giaccone, un abogado oscuro, un esbirro de la política, un siniestro personaje huérfano de sentimientos, con aires altivos y perfil de psicópata que disfruta urdiendo conspiraciones para mantener a sus jefes en el poder. Giaccone, ex novio de la magistrada Amaia Valserrano en su etapa argentina, cree tener una inteligencia superior a quienes le rodean, un auténtico maquiavelo de la política que disfruta moviendo los hilos políticos y a sus principales actores como marionetas. Giaccone servirá a Kirchner y a Rial siendo el hombre de enlace entre ambos gobiernos y simulando enamorarse de la inspectora Belmonte con el único objetivo de obtener información de la causa que Belmonte investiga en torno al magnicidio de Sánchez Castellón. Abogado con un alto tren de vida, de aparentes formas elegantes y que simula ser un romántico seductor hasta que descubre su verdadera cara.

La inspectora Belmonte comienza a vivir en una espiral frenética ante el mayor reto de su carrera, la investigación del asesinato de Sánchez Castellón. Sus enfrentamientos con el fiscal Mariano Verdejo, al servicio del clan Rial-Delgado, se sucederán hasta que este es nombrado Fiscal General del Estado. Belmonte construye una dupla perfecta con la magistrada Valserrano enfrentándose sin embargo a un laberinto sin salida, cada avance aparece sepultado por la acción de la fiscalía o por las trabas que los nuevos gobiernos de España y Argentina ponen a la investigación. Sometidas a múltiples presiones no decaerán en su empeño. La inspectora Belmonte rompe sus habituales precauciones y su firmeza profesional, dejando a relucir una romántica empedernida que se enamora perdidamente del abogado argentino Carlos Giaccone. La relación gravita en medio de las dudas que comienzan a aflorar en la inspectora ante las desapariciones temporales de Giaccone y ante su oculta vida en Argentina, hasta que Belmonte consigue que la magistrada Valserrano autorice la entrada y registro en el domicilio de la magistrada fallecida Alicia Hierro.

Grande Marlanda continúa su ambiciosa apuesta por escalar en su carrera política. El carácter inseguro y por momentos colérico del magistrado le conducirán a las alianzas más oscuras en aras de alcanzar la presidencia del gobierno de España. Un camino destinado a la perdición brindará a Grande Marlanda el peor de los finales. El presidente del Supremo Carlos Mestres vive su particular infierno, comenzando su declive presenta la dimisión tratando de aproximarse al gobierno de Grande Marlanda para alcanzar el objetivo del nombramiento como magistrado del Tribunal Constitucional.

¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir con esta segunda novela?

La novela trata de advertir de los peligros que se ciernen sobre los frágiles cimientos de nuestra democracia. La lucha encarnizada entre una minoría de jueces y políticos, que utilizan sin escrúpulos las instituciones para ascender en sus carreras profesionales, frente a los magistrados y fiscales que defienden con firmeza la transparencia de las instituciones y el Estado de Derecho. La novela se adentra en el corazón del poder y muestra un deseo infinito de la clase política por socavar la separación de poderes convirtiendo la democracia y los controles en una mera fachada para en aras del populismo campar a sus anchas en aras de mantener el poder.

¿Sigue dando especial valor a las localizaciones donde transcurre la historia y por qué?

La novela hace un recorrido por España, Francia y Argentina. Las calles de Madrid, París y Buenos Aires se convierten en el escenario de las conspiraciones, atentados y luchas para defender el Estado de Derecho. Una historia de amor entre Francia y España protagonizada por Juliette y el magistrado Zaragoza y otra entre Buenos Aires y Madrid entre la magistrada Amaia Valserrano y el político argentino Javier Milei conmoverán al lector y le sorprenderán con el final más explosivo e inesperado.

¿Se convertirá la historia en una trilogía?

Es muy probable, la novela queda abierta con una guerra abierta en la que si bien caen algunos de los esbirros de la política, los más hábiles en el arte del maquiavelismo conservan el poder. La ficción y la realidad se unen en una única historia en la que al lector le costará distinguir lo que es real de lo que es mera ficción.